Betty… La chiviada



Viernes 10:00pm, la hora que se había convertido en una pesadilla para todos los periodistas del noticiero NTC, a esa hora estaba citado un nuevo consejo de producción, justo después que terminaba CM& La Noticia. Ese momento traía cierta contrariedad y desazón, pues varios temas que habíamos trabajado durante la semana salían en el noticiero de Yamid Amat. Muchas veces nos quedábamos sin nada para las emisiones del fin de semana.

Ese día CM& estuvo cargado de información de principio a fin. En una sala de edición estábamos con el editor Álvaro Ramírez y las periodistas Patricia Uribe y mi pequeña Marilyn López. Sabíamos que nos habíamos quedado sin una sola noticia… Fue el banderazo inicial de una carrera de 48 horas hasta el domingo.

En el consejo de producción pasó lo que tenía que pasar. Se desató la furia de Zeus en menos de 15 minutos, ningún tema servía. La orden del Director fue fulminante… Nos vemos mañana a las 7:00 a.m., todos me traen temas nuevos.

Teníamos las siete horas de sueño para conseguir noticias nuevas. Cada uno tomó su camino a las fuentes que a esa hora los podían atender, yo la tenía fácil, esa noche había un coctel de la farándula criolla y en esos foforros siempre conseguía datos. Tomé mi libreta de apuntes y la pluma Lammy que siempre me acompañaban, las puse en el bolsillo derecho de la chaqueta. Al papel nada se le olvida.

La noche se fue en medio del sabor a madera del whisky, bromas de varios actores conocidos, anécdotas y ningún dato.

Al otro día llegué a las instalaciones del noticiero a las 6:45 a.m. comiéndome un pan francés para disimular el tufo y con los ojos hinchados escondidos detrás de unas gafas para el sol.

Entré directo a la sala de edición donde estaban Alvarito y Janette Gómez, productora del noticiero, no hubo unos buenos días, la pregunta fue directa: 

- ¿Qué consiguió ovejirri?

- Nada, les dije. No hubo un solo dato bueno. No tengo sección de entretenimiento para hoy.

Los dos se afanaron, pues sabían las consecuencias y todo lo que me esperaba. Entonces Alvarito dijo:

- Hermano, ¿qué ha pasado con Betty?

“Betty la fea” era la novela más vista en Colombia rompiendo todos los records de sintonía. Desde su estreno había tenido información de primera mano de todos los pormenores en el set de grabación. Una de mis mejores fuentes trabajaba en RCN, lo sabía casi todo… Le conteste a Alvarito:

- Creo que en unos días van a grabar el final.

- Ovejo, llame y pregunte.

Así lo hice, tomé mi teléfono celular y llamé a mi fuente, a quien a pesar del tiempo y haber perdido contacto le seguiré guardando su identidad, seguirá en el anonimato. 

- Aló, que más, ¿cómo has estado?, ¿cuándo graban el final de la novela?

Tampoco me saludo, me respondió en clave con voz autoritaria, casi gritando.

- ¿Cómo es posible que no han mandado las flores? Comenzamos grabación en una hora… Si señor es en la iglesia de Santa Teresita en la 48 con 13. Es urgente que lleguen con eso.

Me dijo todo… Al contarle la respuesta a Alvarito tomó el directorio telefónico, buscó el número de la Iglesia y con agilidad de digitadora llamó.

- Buenos días le hablamos de flores Don Eloy, ¿me puede informar por qué puerta les hago llegar unas flores que pidieron de RCN?

La respuesta de una mujer al otro lado de la línea dejaba ver que había retrasos en la grabación.

- Señor llegue por la puerta de la calle 13A, por favor no se demore que aquí están todos como estresados.

Salimos en el carro de don Gabriel Maldonado con el dúo Torres, Darío, Camarógrafo y Camilito asistente; La mañana era tibia, el sol apenas empezaba a calentar, les dije -  Vamos y volvemos rápido, eso no nos demoramos.

Al llegar nos encontramos unos 100 vecinos curiosos a quienes una cinta amarilla les marcaba la distancia a la que debían permanecer. Si bien ya estaban acostumbrados a las grabaciones en el barrio, pues la casa donde grababan las escenas de la familia de la fea más adorada y con la que Colombia se identificaba estaba a un par de cuadras, esta vez era diferente por el dispositivo de seguridad empleado.

Toda la Iglesia estaba cerrada, se asemejaba a un monasterio de clausura; esta parroquia tiene un singular estilo novelesco y romántico. Sin duda era la indicada para la grabación.

Les dije a los muchachos que se quitaran cualquier identificación del noticiero y que me esperaran en el carro. Me bajé y como cualquier desprevenido me camuflé entre los chismosos… ahora éramos 101 chismosos.

Me hice al lado de una señora gordita, bajita, de cachetes rojos y con una amplia sonrisa, ella se empinaba para intentar ver que sucedía; llevaba un canasto con tamales, seguramente era el desayuno de la familia. Le dije:

- Vecina, ¿qué está pasando?

- Vecino, están grabando a Betty pero no se ve nada, yo mejor me voy para mi casa y veo desde la terraza.

Ese era el sitio para intentar grabar algunas tomas. La acompañé hasta la puerta y en 40 lentos pasos le dije de frente quien era y qué estaba intentando hacer. Los ojos de esta mujer cachaquísima, y de quien no recuerdo su nombre brillaron de felicidad… -Camine vecino yo le colaboro-. Me di cuenta que aún queda gente buena con ganas de ayudar.

Darío fue e hizo las tomas respectivas, pero el ángulo de la cámara no era el mejor. Había que buscar otro plan.

Las horas pasaban, mientras el cielo se cubría de gris. Por una sola puerta lateral entraba y salía personal técnico, mi fuente no me volvió a contestar. 

Llevábamos una Handycam que nos había salvado la vida muchas veces, nadie sospechaba de esa camarita que muchos dolores de cabeza habían causado a los “famosos de la farsándula” criolla.

Camilito tomó la iniciativa y me dijo:

- Yo soy capaz de colarme como si fuera del cuerpo técnico de RCN.

Era una idea arriesgada, pero todo dependía de ello. Los Torres y yo cruzamos nuestras miradas… Solo hubo un silencio en medio del murmullo de la gente con el que aceptamos atrevernos. Esa no sería la única vez que lo haríamos.

Como si se tratara de una película de espías, Camilo se hizo cerca a la cinta, cuando vio que abrieron la puerta saltó con la agilidad propia de su cuerpo categoría minimosca del boxeo… Entró con la cámara camuflada en un bolsillo de su chompa. Mientras eso sucedía Darío lograba imágenes y comentarios de los curiosos.

El medio día era cada vez más frío, el reloj entró en un eterno letargo, los minutos no pasaban… Tal vez media hora después vi venir una patrulla de la policía. Lo pillaron y se lo llevan detenido, el problema que se viene es monumental, pensé. El carro blanco con franjas verdes con sus licuadoras azules y rojas encendidas se detuvo y yo también sentí que se me paralizó el corazón.

Alguien salió y hablo con los policías de la patrulla un minuto, la angustia iba in crescendo… Tal como llegó la patrulla se fue y volví a sentir mis pulsaciones.

Momentos después la puerta se volvió a abrir y salió Camilo con su pelo alborotado, mostrando sus grandes dientes y esa felicidad que siempre transmitía, era como ver a Fito Páez en concierto.

Había grabado todo al interior, órdenes, ensayos, posiciones de cámara, a Fernando Gaitán Q.E.P.D el cerebro detrás de esta historia escribiendo libretos en un papelito, etc. Incluso traía información de la hora en la que se grabarían las escenas.

En el carro de don Gabriel, mientras él masticaba lengua, revisamos todo el material, metí mi mano al bolsillo de mi chaqueta y desenfundé la pequeña libreta de apuntes con la pluma… A seis manos y con comentarios de todos escribimos la sección de ese día, unos dos minutos con información e imágenes exclusivas del final de “Betty la fea”. 

Los casetes con el material, el audio y las instrucciones de edición los recogió el motorratón, como le decíamos a Josecito Reina. Nosotros nos quedamos degustando un sancocho de tienda. 

Faltaba lo mejor… Ya sabíamos que sobre las 4:00pm Betty saldría de su casa. Conseguimos otro vecino que nos brindó su ayuda diagonal a la locación y otra vez a la terraza… El carro dispuesto para llevar a Betty se varó y debieron conseguir otro de última hora – En televisión lo inimaginable siempre pasa-. 

La fea que había sufrido toda clase de maltratos, burlas y comentarios capítulo tras capítulo durante casi dos años, salió convertida en un cisne blanco, como en el cuento de “El Patito Feo”. Se veía absolutamente hermosa.

Imitando a Harry Houdini salimos de la terraza a la Iglesia. Había más gente, todo se complicaba, pero teníamos una de las noticias del año… no la íbamos a desperdiciar. Con los Torres hacíamos gran equipo, hasta hablábamos al revés para que las personas a nuestro alrededor no entendieran lo que estábamos diciendo.

Darío se ubicó a unos setenta metros y logró las tomas que pudo como pudo, incluso alcanzó a grabar a Don Armando tomando café dentro de la iglesia, el amor soñado por la fea se iba a cumplir como todos lo deseaban. El final feliz para una mujer después de haberse sentido no deseada toda la vida… Un amor de telenovela que algunas veces se da en la vida real, un amor por el que ella luchó y no dejó escapar.

Esas tomas no las íbamos a usar ese sábado... A las 9:55pm de ese día al salir al aire la sección “Top Secret” se sentía como si hubiéramos conquistado la cima del Himalaya. Tomas únicas de los preparativos de la ceremonia presagiaban la chiviada (Adelantarse a una noticia) del año para el Canal que se hacía llamar “Nuestra Tele”.

Equipo que trabaja bien y entrega resultados no se toca, al otro día muy temprano regresamos los mismos a ver que más podíamos lograr al Barrio Santa Teresita, la seguridad había sido extremada. Esta vez el perímetro estaba a 150 metros a la redonda. Pasamos todo el día entre el carro rojo de don Gabriel cual policías gringos montando guardia, es decir: comiendo donas, paqueticos, tomando café, gaseosa y demás chucherías… Ese día nada pasó. Fueron 13 horas entre un carro muy cómodo que cansaba, 13 horas y nuestras cámaras nunca se encendieron, menos mal no nos íbamos a demorar, fueron dos días.

El domingo a las 9:53 pm fue la estocada final. “Top Secret” les mostraba a los colombianos el final de “Betty la fea”… El esperado matrimonio de Beatriz Aurora Pinzón Solano y Don Armando Mendoza. Si el día anterior habíamos conquistado el Himalaya, esta vez fue un gol olímpico en pleno mundial de fútbol. Habíamos revelado el final más esperado de la novela que se convertiría en la más vista a nivel mundial.

La reacción del entonces todo poderoso RCN no se hizo esperar. El lunes a primera hora el canal y todas sus emisoras crearon una cortina de humo informando que las imágenes mostradas eran una escena de un sueño de Betty. Pero el humo se disipa y cuatro días después se emitió el capítulo final tal como lo habíamos anticipado… Era la recompensa al trabajo en equipo. 

Semanas después me reuní con mi fuente y nos tomamos un café en la Zona Rosa de Bogotá. Reímos contándonos las anécdotas paralelas que vivimos esos días. Le repetí, como siempre se lo he dicho a todas mis fuentes que su identidad jamás la revelaría... Son y serán siempre mi secreto mejor guardado.


Elkin Raúl Coronell Cadena

Anexo: En este link pueden encontrar una de las secciones de “Top Secret” con el final de Betty.

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