El presidente Gustavo Petro ordenó una investigación urgente sobre el ataque armado que dejó al menos nueve soldados muertos y otros diez secuestrados en el departamento de Guaviare. El ataque fue atribuido a un grupo armado ilegal al mando de alias Calarcá, quien hace parte de las negociaciones de paz con el Gobierno, aunque recientemente se rompió el cese al fuego. Petro afirmó ser responsable de la vida de los jóvenes de la Fuerza Pública y solicitó que una comisión independiente determine las circunstancias del ataque.
El mandatario recordó que su Gobierno se construyó alrededor de la defensa de la vida e hizo énfasis en que ninguna persona debería morir por la violencia. A través de sus redes sociales, insistió en que el cese al fuego se había reducido con los frentes liderados por alias Calarcá, y que debía examinarse a fondo lo ocurrido para esclarecer responsabilidades.
A pesar de la gravedad del ataque, que enluta a varias familias, el presidente no envió mensajes directos de solidaridad a los afectados. En su lugar, reiteró su compromiso con proyectos de paz en los territorios, basados en la organización comunitaria y la concentración de tropas en zonas especiales para avanzar en la erradicación de la violencia.
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