ACACÍAS META Y SU GOBERNANZA

Foto: Igac


La idiosincrasia del colombiano tiende a ser el desarrollo de una lógica impuesta por lo externo, la mafiado, la ignorancia, la arrogancia de la anterior, lo fácil y sino, da media vuelta y se va, para regresar y volver a empezar, siempre en función de los círculos viciosos, de lo mismo para que todo siga igual y nada cambie.

Esa es la costumbre de quienes han logrado mantenerse a lo largo de los diferentes gobiernos en Acacias Meta. Van y vuelven, vuelven y van. El aporte como sociedad ha sido mínimo.

Desde el gobierno del señor Olegario aquí nada ha cambiado, al contrario todo ha empeorado. Acacias ha extendido su capacidad de aguante, pero sin tener mayores oportunidades de transformarse. La clase dirigente que desde entonces vienen incidiendo y mal, la han llevado a la conflictividad y a la desorientación que hoy existe.

Todas las anteriores administraciones han dado sus propios pasos en función de sus pecaminosos intereses, sus banalidades, sus mezquindades y se han dedicado a lo suyo, lo que no es de todos, que en realidad si debería ser. Para eso se eligieron.

Restructuraciones mal hechas por decir algo, Acuerdos mal tramitados para lo primero, abusos en la función pública por no saber para qué es la administración, errores y con ello horrores en la gobernanza.

La más reciente generación de mandatarios para no irnos tan muy atrás como Carlos Plata, Jesús Amador Pérez, , Arcenio Vargas y el último que paso hace nada, Víctor Orlando Gutiérrez Jiménez, reúnen o suman 24 años promedio de gobiernos que han venido desde Olegario, en una carrera de relevos pasándose de mano en mano sus propios errores, elefantes blancos mientras a la ciudad y sus gentes les queda solo las consecuencias de sus malas decisiones, que en cada caso han tenido hervores, solo eso hervores, porque el tiempo ha sido el juez de sus fallas, las ha hecho evidentes.

Las demandas por destituciones ilegales, las obras inconclusas como la plaza de mercado, un servicio de alumbrado público concesionado al mejor postor y una prorroga en medio de una feria de intereses, modificaciones al uso del suelo bajo la lupa del cvy, desarrollo de proyectos de VIS y VIP que beneficiaron a los que no necesitaban, recurso de RED PAÍS RURAL sin objetivos cumplidos, Acueductos y recurso inexistentes hoy, para las veredas sin generar beneficios a sus habitantes, inversiones en salud cuestionados, una ESPA alineada para ser privatizada cuando sea oportuno y conveniente como el alumbrado público, y muchas obras que solo justifican ejecuciones millonarias, que no suplen necesidades, y asi muchísimas más cosas que podríamos seguir enumerando.

Unas cargas que en todo sentido ha debido y tenido que asumir el contribuyente, el ciudadano, la entidad territorial, generando desigualdad, asunción d compromisos que asfixian las finanzas y limitan las verdaderas motivaciones del administración pública y el ejercicio del bienestar ciudadano. Cada gobierno deja al otro un legado no de éxitos, sino de problemas.

Pero cada gobierno ha insistido en repetirse bajo esos círculos viciosos. Y es la misma gente perdida en esos vicios, que eligiendo a unos o a otros, ayer amando al que hoy odian o viceversa, son esos mismos líderes políticos, con los mismos presidentes de jac, con los mismos cansados liderazgos de barrio, de vereda, de sus vetustos gremios, los que se han resistido a permitir un cambio, se han negado y niegan la verdadera posibilidad de transformación.

Hoy a diferencia de lo anterior, existe la posibilidad de deshipotecar esas prácticas, de señalar una nueva ruta de independencia, de inclusión y de una reconvención en la gobernanza, con todos y para todos, pero no como históricamente y mal se ha venido haciendo. Acacias es una ciudad cambiante, el mundo cambio con lo del Covid, además. Reingeniería social, política, económica, cultural etc, etc... Es la hora de los nuevos liderazgos y la superación de los errores.

Es totalmente viable y posible retomar el camino y andar para sumir las luchas que están al frente no las que quedan atrás. Renovación, certeza y caminando hacia los objetivos verdaderos que dan la posibilidad hoy de la gobernabilidad. Eso es clave.

Tenemos que superar las malas prácticas heredadas de la ejecución en lo público, de sus procedimientos que conllevan a los errores muchas veces.

En el actual Concejo Municipal de nuestra ciudad, una gran parte, representa esa triste historia político administrativa y especialmente en cabeza de su actual presidente, responsable en varios gobiernos de muchos casos de los ya citados, por acción u omisión, porque guardo silencio cundo debió elevar la voz y no lo hizo, por lo que no fueron en su momento, objeto de juicios juiciosos por nadie y paso sin pena ni gloria, si con mucho confort, pero que no ha superado sus propias posibilidades al regreso a la corporación, es el mismo de hace años atrás, sin evolución.

Y lo digo porque su liderazgo hoy está concebido como político del pasado, aquel que todo lo calcula con la calculadora en mano....el que continua atornillado a la política de la revancha, del ojo por ojo, diente por diente, que no supera lo pos- electoral y eso es porque heredan de los jefes sus erradas visiones del fracaso con el que ya gobernaron, sus frustraciones de la ambición, de lo dejado de obtener, además de lo obtenido y que en el caso de quienes gobernaron se enriquecieron mientras la ciudad aumento su pobreza. No rajan ni prestan el hacha.

El caso quizá más representativo de ello, es el proceso del actual personero, un funcionario montado y sostenido bajo la acción de un golpecillo de estado a la Constitución y a la Ley, pero esperamos que asi como cuando juro cumplir, que ella y la patria os demande.

Por: Enrique Molina 

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