Catorce niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad de la Fundación Amor y Convivir, en el marco del programa "Así se va a las Estrellas" que lidera la Fuerza Aérea Colombiana, visitaron las instalaciones del Comando Aéreo de Combate No.2, ubicado en Apiay, Meta, para interactuar con los hombres y mujeres que, desde las alturas, defienden la soberanía y el espacio aéreo de nuestro país.
La actividad inició con una presentación de la misión institucional, acompañada de una muestra audiovisual de las labores diarias de nuestros pilotos y personal militar de otras especialidades, la cual permitió generar una charla interactiva que envolvió a los presentes en el fascinante mundo aeronáutico de nuestra institución y despejó las dudas que tenían tanto los grandes como los chicos de la labor en cada una de las especialidades.
Durante el recorrieron por las diferentes locaciones de la Base Aérea Capitán Luis Francisco Gómez Niño, identificaron los aviones insignia que fueron relevantes en la historia de nuestra institución, apreciaron el despegue y aterrizaje de nuestras aeronaves tanto de transporte como de combate, aprendieron de las habilidades de los bomberos aeronáuticos y contemplaron una demostración de obediencia canina y su entrenamiento para la detección de explosivos, búsqueda de antinarcóticos y rescate de personal.
Una vez conocieran las capacidades de la unidad y el cómo estas capacidades y el talento humano de nuestros militares permiten diariamente salvar vidas con los traslados aeromédicos, rescates, y misiones de vigilancia, departieron con los oficiales y se despidieron agradeciendo la protección que a diario brindan a la ciudadanía.
“Cuando los niños recibieron la noticia, no lo podían creer, fue como un regalo, porque son niños que han sido rechazados por su situación de vulnerabilidad. Hoy ellos, a través de la Fuerza Aérea pudieron ver algo diferente, pudieron ver que sí se puede, que hay oportunidades en la vida y que no es sólo lo que viven en sus barrios, queremos agradecer porque ustedes están dejando una huella en el corazón de estos niños que marca la diferencia”, aseguró Viviana Salinas, voluntaria de la fundación.
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