Durante la noche del Sábado Santo, el patrullero Andrés David Padilla Mejía fue asesinado mientras prestaba seguridad en una procesión religiosa en el municipio de Lourdes. Dos hombres que se movilizaban en motocicleta le dispararon sin mediar palabra frente a la comunidad que participaba del acto litúrgico. El uniformado, de 28 años y con apenas dos meses en la institución, fue trasladado a un centro médico, donde confirmaron su fallecimiento.
Las autoridades rechazaron el crimen y expresaron su solidaridad con la familia del patrullero. Un equipo de investigación criminal fue enviado al lugar para recopilar pruebas y adelantar las pesquisas necesarias que permitan identificar a los responsables. La Policía también ofreció una recompensa de 100 millones de pesos por información que permita dar con los autores del ataque.
En la zona donde ocurrió el crimen hay presencia de grupos armados ilegales, por lo que no se descarta que alguno de ellos esté detrás del hecho. Las autoridades aseguraron que seguirán trabajando para esclarecer lo sucedido y reiteraron el llamado a la ciudadanía para colaborar con información bajo absoluta reserva.
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