Villavicencio cumple hoy 100 días de vivir en emergencia por la falta de suministro continuo de agua potable, una situación que inició el pasado 24 de mayo de 2025 cuando se desplomó el viaducto de la línea principal en la quebrada La Honda. El colapso de esta infraestructura dejó a toda la ciudad sin la principal fuente de abastecimiento y obligó a implementar un sistema de turnos que, en su momento más crítico, permitía el acceso al agua solo cada 10 o 12 días.
Para enfrentar la crisis, la administración municipal puso en funcionamiento dos nuevas captaciones: una en El Buque y otra en Susumuco. Con esta última se esperaba contar con un caudal cercano a los 500 litros por segundo, pero en la práctica solo entregó 370 en sus primeros días y, según cifras reveladas por el contralor municipal, el caudal fue disminuyendo hasta llegar a 160 litros, en gran parte por los efectos de la temporada seca.
El retraso en la contratación de las obras de reparación del viaducto agravó la situación. Durante varias semanas no se adjudicó el contrato de reconstrucción, pues la administración confiaba en que las soluciones alternas serían suficientes para restablecer el servicio. Sin embargo, solo hasta hace una semana inició formalmente la ejecución del contrato de reparación, que tendrá un plazo de cuatro meses para su entrega. Esto significa que, en el mejor de los escenarios, la ciudad seguiría en racionamiento al menos hasta finales de 2025.
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio ha gastado más de 12 mil millones de pesos entre 2024 y 2025 para inversiones en la línea de aducción, pero el servicio no ha podido normalizarse. Este retraso genera inconformidad entre los usuarios, que señalan que, aunque los turnos de agua ya no son de 10 o 12 días, todavía deben esperar entre 7 y 8 días para volver a llenar sus tanques, afectando la vida diaria, las actividades productivas y la prestación de servicios en colegios, hospitales y comercios.
Líderes comunitarios han manifestado su preocupación por la lentitud en la respuesta y piden celeridad en la ejecución de las obras. “No es justo que después de tantas inversiones sigamos sin agua. Las familias están gastando dinero en carrotanques y tanques plásticos para almacenar el líquido”.
La emergencia también ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del sistema de acueducto de Villavicencio y la necesidad de contar con infraestructura más robusta y planes de contingencia que permitan garantizar el suministro en casos de desastres. La situación ha generado pronunciamientos de organismos de control, como la Contraloría Municipal, que anunció seguimiento especial a la ejecución del contrato de reparación para evitar más retrasos.
0 Comentarios